Herbert Aceituno, más grande que los obstáculos

Cuando Herbert Aceituno nació y sus padres recibieron la dolorosa noticia que su hijo tenía un problema con el flujo del líquido que rodea el cerebro (hidrocefalia) y un acortamiento de sus miembros inferiores (acondroplasia), jamás se imaginaron que, 33 años más tarde, su retoño estaría ganando una medalla de oro en el powerlifting de los Juegos Parapanamericanos Lima 2019, ni mucho menos siendo electo, por votación popular, como el mejor atleta masculino de esa justa deportiva.

Y es que la vida de Herbert no ha sido fácil. Por la condición en la que nació le dieron pocas esperanzas de vida, pero él se aferró a la vida y, gracias a un milagro, logró superar la hidrocefalia y de ahí comenzó a escribir su historia.

Una historia nada fácil, pues desde temprana edad y por su pequeña estatura (1.32 metros) ha enfrentado un sinfín de situaciones de discriminación y burla en los bancos, en el bus, en centros comerciales, en la escuela e, incluso, en la universidad, pero esas experiencias no lo detuvieron y supo afrontar la vida sin complejos.

“Siempre he creído en mí, mis padres y hermanos son mi pilar, ellos me hicieron independiente y decidido. Eso sí, si alguien me trata de discriminar lo confronto de buena manera y le hago ver que no hay diferencia, todos somos iguales ante Dios, eso es lo más importante”, dice serio el atleta paralímpico.

Sus inicios en el deporte

La historia deportiva de Herbert es relativamente corta. Inició en 2015, practicando levantamiento de pesas como pasatiempo y luego se involucró en las competencias de potencia con atletas convencionales.

“En mi primer evento obtuve tercer lugar, eso me motivó a querer seguir y llegar a estar en los primeros lugares en posteriores competiciones”, dice orgulloso el para atleta. 

Producto de sus buenas actuaciones fue que conoció a Jorge López, su actual entrenador, y juntos iniciaron las pláticas con el Comité Paralímpico de El Salvador (COPESA), para ser evaluado y poder representar a El Salvador en competencias oficiales de  parapowerlifting.

A las dos semanas lo convocaron a una reunión y le informaron que viajaría a Río de Janeiro a un workshop (seminario), pero lo que Aceituno no sabía era que en realidad iba a una competencia oficial del Comité Paralímpico Internacional (IPC, por sus siglas en inglés): la Copa Mundial Río 2016, en la que el pequeño atleta obtuvo sorprendentemente la medalla de oro en los 72 kg.

En adelante se vino un proceso más fuerte, porque en esa competencia clasificó a los Juegos Paralímpicos Río 2016, en los que, lastimosamente, no obtuvo un buen resultado al quedar en blanco en sus tres intentos por levantar la barra.

El resultado, más allá de desanimarlo, lo motivó a seguirse preparando arduamente por conseguir mejores resultados para El Salvador en futuras competencias oficiales.

Su consagración

Hay un dicho que dice “el deporte da revanchas” y para Herbert Aceituno esa revancha llegó en los Juegos Parapanamericanos Lima 2019, en los que, además de ganar medalla de oro en los 65 kg de parapowerlifting, estableció dos récords: el Panamericano y de las Américas.

Aceituno concretó su hazaña el viernes 30 de agosto de 2019, día que también rompió una sequía de más de 20 años sin presencia salvadoreña en un podio parapanamericano.

Ese día, el abanderado salvadoreño afrontó la competencia consciente que era la única opción al podio en los Juegos Parapanamericanos Lima 2019. 

El evento de parapowerlifting inició a las 2 de la tarde (hora El Salvador) en el Polideportivo 2 de la VIDENA, en el que se reunieron la mayoría de para atletas salvadoreños presentes en Lima para apoyar a Herbert. 

En su primer intento Aceituno levantó 178 kilos pero fue nulo; su rostro reflejó seriedad e inconformidad por la decisión de los jueces. Por ello, en los últimos dos intentos sacó todas sus fuerzas para levantar sin problemas 180 y 182 kilogramos y garantizar la medalla dorada para El Salvador. La presea de plata fue para el chileno Jorge Carinao, cuyo mejor ascenso fue de 176 kilos. Y el bronce para el cubano Danilo Rodríguez que cargó un peso de 170 kilos.

A la hora de la premiación Herbert subió al podio con una sonrisa nerviosa y a cada momento miraba los graderíos donde se apostaba la delegación nacional que no paraba de aplaudir y gritar su nombre.

«Esta medalla es de toda la delegación que estuvo en Lima. También para mi país, es una alegría poder decir misión cumplida», dijo Herbert.

«Nací para el parapowerlifting. Porque Dios permitió que así naciera, mi estatura baja no me incomoda. Tengo la fuerza para vivir con pasión el parapowerlifiting”, contesta Aceituno quien se ha convertido en un referente para los salvadoreños.

Y lo anterior quedó reflejado en la reciente votación para elegir al mejor atleta de los Juegos Parapanamericanos Lima 2019, en la que los salvadoreños apoyaron a Herbert Aceituno para que ganara con 45.08% de las votaciones contra el 44.44% del guatemalteco Raúl Anguiano (bádminton). 

Grandes metas a futuro

El multimedallista de copas mundiales ya cumplió su primer sueño en Lima. Ahora tiene su mente fija rumbo a los Juegos Paralímpicos Tokio 2020. 

Para ello debe seguir con la misma disciplina y determinación que lo han caracterizado para enfrentar sus próximas competencias: la Copa del Mundo en Manchester (Inglaterra), del 20 al 23 de febrero; la Copa América Bogotá 2019 (Colombia), del 20 al 22 de marzo y la Copa del Mundo en Dubái (Emiratos Árabes Unidos), del 16 al 22 de abril, serán las competencias en las que tendrá que mantenerse o mejorar el ranking mundial.

Sin lugar a dudas, Herbert no solo es un campeón deportivo, sino que tras las situaciones que ha atravesado en su vida es un campeón de la vida.