Cuando el balón rueda entre artesanías
Hablar de La Palma, Chalatenango, en El Salvador, implica asociarlo con las artesanías, pero con la llegada del Programa LaLiga, Valores y Oportunidad, el fútbol llegó a sumarse en una simbiosis perfecta, al menos para una jugadora de apenas ocho años de edad.
Saraí Rosibel Rodríguez es una ávida futbolista de la escuela sociodeportiva palmeña quien, como la mayor parte de los habitantes de la ciudad, proviene de una familia estrechamente ligada a las artesanías.
“Mi papá me enseñó, yo le pregunté que cómo hacía, y me dijo; te voy a conseguir una crucita y la vas a dibujar. La dibujé y me dijo mi mamá que si la quería pintar, y la pinté. Y mi mamá me dijo que si quería pintar trabajo de pedidos, y yo le dije que sí, y pinté un trabajo y ya se lo mandamos a la señora”, dijo Saraí con una elocuencia inusual para su edad.
Curiosamente, las pintorescas calles de La Palma sirvieron de escenario perfecto para la joven futbolista, quien comenzó a interesarse en el fútbol gracias a sus hermanos, uno de los cuales, el menor, también asiste a la escuela sociodeportiva, la cual cuenta con 87 inscritos.
“A mi me gustó porque mi hermano me empezó a enseñar y entonces me dijo: te voy a poner en la escuelita de fútbol y entonces yo me emocioné, entonces a mi me encanta el fútbol”, dijo sonriente.
Sobre la escuela impulsada por el Instituto Nacional de los Deportes de El Salvador (INDES) y la Fundación LaLiga, a su corta edad, Saraí tiene cuatro palabras claves para describirla de la forma más honesta posible: “sí, me gustaron los uniformes”, para luego agregar que le gustó “todo, la verdad es que está muy bien”.
Saraí hace tiempo para jugar en la escuela de fútbol, pero a la vez tiene otra pasión, la que probablemente sea producto en sus genes, pues su familia forma parte de una tradición en La Palma.
“Sí, me gusta. La verdad es que el trabajo que hacen mi papá y mi mamá es muy bonito, a mí me gusta como lo hacen ellos, por eso quería aprender yo, soy la única de la casa que hace eso”, comentó la jugadora, quien aclara que a su hermanito menor le van a enseñar a dibujar.
Don Julio Armando Rodríguez, padre de Saraí, explicó que la artesanía es el patrimonio que les dejó Fernando Llort, quien se radicó en esa ciudad en la década de los 70, y las tareas de dibujo y pintura la hacen personas diferentes, pero su hija hace ambas.
“Comencé a los 12 años, ahorita tengo 53, ya estamos hablando de bastante tiempo, una vida de lo que es la artesanía. De aquí he criado a mis hijos”, explicó el artesano, quien agregó que su esposa ”es pintora, ella también comenzó bien joven pintando, tiene 43 años, y ahorita no pinta porque no hay mucho trabajo, pero sí, también ella, así que prácticamente todos estamos trabajando en la artesanía”.
Don Julio Armando comentó que le recomienda a su hija que aprenda, pues puede ser su forma de subsistir en el futuro, cuando ellos ya no estén con ella.
“Nos sentimos bien, porque ella, a pesar de la edad que tiene, ya está aprendiendo a pintar, y lo bueno es que le gusta, hay varios niños que van creciendo pero no les interesa mucho la artesanía, pero ella, en lo que puede, me ayuda en este trabajo”, dijo el orgulloso padre, quien aclara que “sí creo yo que lo puede hacer, se lo doy, porque hay trabajos que son un poco difíciles, que no puede”.
Al consultar a Saraí si le gustaría enviar algún mensaje o agregar algo más, no duda en hacer inmediatamente un llamado a otros niños, para que se sumen al programa de la LaLiga, Valores y Oportunidad a la vez que agradece que la escuela esté en su municipio.
“Les digo que vengan aquí a inscribirse, que es muy bonito, aquí les van a enseñar mucho del fútbol”, y agregó, “que se cuiden mucho los de la escuelita de fútbol y gracias por traerla aquí”.